—¿Quién eres? —se oyó preguntar absurdamente
desde eso que no podía ser el sueño ni la vigilia.
—Qué importa —dijo el extranjero.
Julio Cortázar
Se preguntaba Isaac Davis (aka Woody Allen) en Manhattan (1979) «¿por qué vale la pena vivir?». Por mi parte yo podría decir: Ten, de Pearl Jam, las BBC Sessions, Silvio Rodriguez, Marisa Monte; los versos de Benedetti, la prosa de Chandler, Coetzze o Poe; Rayuela, The Catcher in the Rye, Patas arriba; volver a Madrid, Puerto Viejo, Londres, Venecia; el Musée d´Orsay, El perro semihundido, Muchacha en la ventana, Amedeo Modigliani, Michelangelo; las playas del Sur, Pocitos, Punta Ballena; los buñuelos de algas, las lentejas, el mojito; Cartier-Bresson, Clint Eastwood, David Fincher, Chaplin, Billy Wilder y por supuesto, Woody Allen.
Blog de crítica cinematográfica y crónicas culturales
Gerardo Silva Campanella